
Sí, quizás el título de este artículo te parezca extremo o ilógico, pues la mayoría de las personas tienden a creer que, debido a que la familia es la base fundamental de cualquier sociedad, lo más natural es que todos queramos ser padres. Sin embargo, esto no es así, hay personas cuya decisión de vida es no tener hijos y hay otros que, después de haber tenido hijos, se arrepienten. Sí, lamentablemente se arrepienten de haber traído niños al mundo. Si este tema te parece interesante, continúa leyendo, ya que a continuación vamos a explorar este tema:
En la sociedad y en la época en que vivimos, la mayoría de las personas creen firmemente que uno de los objetivos fundamentales de los seres vivos es reproducirnos. Sí, tener hijos debe estar entre nuestras prioridades más inmediatas una vez alcanzamos la adultez. Sin embargo, la realidad es que un gran porcentaje de la población no desea tener hijos y también es cierto que muchos ceden a la presión social y los tienen sin desearlo realmente. Lo más delicado es cuando una persona, ya sea hombre o mujer, se arrepiente de haber tenido hijos.
Esto es considerado un tabú, ya que es un tema que, a pesar de estar más presente y evidente que nunca, es poco mencionado. El hecho de que sea un tabú radica en que, como te lo hemos dicho antes, muchos suponen que el rol del ser humano es tener hijos, por lo tanto, el negarse a hacerlo o arrepentirse de ello es negar nuestra naturaleza misma. Además de esto, está el juicio que hacen las personas que, lamentablemente, no pueden tener hijos por razones biológicas. En su frustración y dolor, estas personas son implacables con aquellos que por una u otra razón se arrepienten de haber tenido hijos.
Así como ocurre con muchas cosas en la vida, el arrepentimiento puede ser de varios tipos, ya que sus causas son de distinta naturaleza. Hay una frase que dice lo siguiente: “hay padres que lo son porque quisieron serlo y hay otros que lo son porque les tocó”. ¿Qué quiere decir esto? Simplemente que hay parejas que planean muy bien su paternidad, en tanto que hay otras que por una u otra razón, se embarazan y se ven forzados a ser padres.
En este sentido, es común que quienes han sido forzados a ser padres, quizás por algún descuido en algún método anticonceptivo, sientan cierto rechazo hacia la paternidad. Esto se debe principalmente a que lo más probable es que el bebé haya llegado en un momento poco oportuno, como por ejemplo durante la adolescencia, mientras aún están estudiando en la universidad o cuando aún no se ha alcanzado el estatus laboral deseado. También es posible que ocurra con una pareja de la cual no se está enamorado.
En este caso, las personas no están negando totalmente la idea de tener hijos, sino que solamente estos llegaron en el momento equivocado. Este arrepentimiento se conoce como “Arrepentimiento por cambio de contexto”. Las personas simplemente se arrepienten de haber tenido hijos porque llegaron de manera imprevista y cambiaron su rutina de vida, totalmente. Les hubiese gustado tenerlos en otro momento de sus vidas. Generalmente, estas personas siempre se están preguntando, “¿cómo sería mi vida si lo hubiese tenido después de…?”.
Así mismo, está el caso contrario, las personas que tienen a sus hijos en edades tardías. Hoy, son cada vez más las personas que retrasan la paternidad mientras se dedican a realizarse como profesionales. Es por esto que tienden a ser padres a los 40 años o más. Esto hace que, en muchas ocasiones, no cuenten con la energía requerida para lidiar con niños pequeños, por lo tanto, pueden arrepentirse de haber tenido a sus hijos a esa edad. Entonces se preguntan, “¿qué hubiese pasado si hubiese tenido a mis hijos antes?
Contrario a lo que te acabamos de explicar en el arrepentimiento por cambio de contexto, hay padres que se hacen esta pregunta, “¿qué hubiese pasado si nunca hubiese tenido a mis hijos?”. Sí, como lo lees, hay personas que nunca hubiesen querido tener hijos. Simplemente, hay personas que no han nacido para ser padres y ellos lo saben.
Este tipo de pensamientos tiende a generar cierto sentimiento de culpa, pues muchas personas ven como una aberración que algún padre desee no haber tenido hijos nunca. Sin embargo, este es un sentimiento totalmente legítimo y se encuentra fundamentado en varias causas. Una de ellas es que, como sabemos, nadie está preparado para ser padre, por muchos libros que lea al respecto. En ocasiones la crianza de los hijos se vuelve un proceso muy difícil y complejo, que demanda una gran cantidad de tiempo y esfuerzo, lo cual es realmente agotador. Esto trae como consecuencia que muchos padres se frustren y se sientan malos padres. Sienten que han fracasado totalmente en el rol parental, por lo que sienten que hubiese sido mejor no tener hijos. Sin embargo, podemos decir que este sentir puede enmascarar un profundo amor hacia sus hijos, pues los padres creen que su mal desempeño perjudica a los pequeños más que a nadie.
Así mismo, debemos aceptar también que hay padres que simplemente nunca han deseado tener hijos. No está en sus planes de vida. Y, a pesar de que gran parte de la sociedad no lo entiende, no tiene nada de malo. Recordemos que cada quien es dueño de su vida, y por ende, decide lo que es mejor para sí mismo.
Como podemos ver, la paternidad es algo mucho más complejo de lo que creemos y coloca sobre los hombros de quienes la ejercen un gran peso. Sin embargo, muchos logran sobreponerse a eso y disfrutan su rol de padre. Sin embargo, otros, que de acuerdo a los especialistas representan una minoría, no lo hacen y se arrepienten totalmente de haber tenido hijos. Muchos de ellos solicitan ayuda especializada y aprenden a apreciar los altos y bajos de la paternidad.