
Ansiedad y desempleo
La salud mental depende de una serie de factores, entre los cuales se encuentra el económico y el social. Quedar desempleado trae una serie de consecuencias. Aunque en la primera que se piensa es la disminución o falta de ingresos, existen otras que también son fundamentales, como: detrimento de las relaciones sociales que se daban producto del ambiente laboral, menoscabo de la identidad personal debido al cargo que se desempeñaba y desmotivación por la inactividad.
El empleo en la vida de un adulto constituye un papel relevante en su existencia y en su salud mental. Sin embargo, las crisis económicas, la competitividad entre empresas, el desarrollo tecnológico y las exigencias hacia los trabajadores, pueden conllevar al desempleo.
La pérdida del empleo puede ser un factor detonante de estrés, ansiedad y depresión. Para cada individuo esto tendrá un peso psicológico diferente, el cual dependerá de: el grado de estabilidad laboral que se tenía, el tipo de empleo (perteneciente a un nivel profesional o aprendiz), las condiciones laborales, el tiempo en que se haya desempeñado el cargo y el valor de la remuneración obtenida.
En este artículo se explicará la relación que puede producirse entre ansiedad y desempleo, las consecuencias de desarrollar ansiedad y algunos consejos para enfrentar la situación de desempleo.
Relación entre ansiedad y desempleo
El desempleo trae como consecuencia problemas en la salud física y mental del individuo. En cuanto a las primeras se tiene evidencias que puede causar: migrañas, problemas cardiovasculares, aumento de la presión arterial y del colesterol. En relación a la salud mental se observan: cuadros ansioso-depresivo, disminución de la autoestima, trastorno del sueño, aumento de los niveles de ansiedad y conductas disociales y autolesivas.
La pérdida del trabajo tiende a producir una desestructuración de la vida cotidiana, debido a que las actividades diarias cambian, esto aumenta los niveles de estrés y aunado a la inseguridad por el futuro laboral, puede causar: peleas familiares, violencia doméstica y consumo de alcohol, drogas o tabaco.
Las investigaciones acerca de la salud mental han determinado que las personas con más de 6 meses desempleadas pueden desarrollar enfermedades mentales como el trastorno de ansiedad generalizada.
¿Qué es la ansiedad y cuáles son sus consecuencias?
La ansiedad se puede definir como una manifestación de carácter irracional, que se produce por un evento que se percibe peligroso, pero que no es real. En ocasiones se presenta con síntomas como sudoración, dificultad para estar de pie, desvanecimiento, nerviosismo, aumento del ritmo cardiaco y mareo.
Se podría decir que la ansiedad es una señal de alarma, que produce el organismo, para que se adopten medidas de defensa. En el caso del desempleo, el peligro que siente el individuo se vincula con las necesidades económicas y los cambios de vida que posiblemente tendrá si no consigue otro medio laboral. El individuo con ansiedad por el desempleo genera una serie de pensamientos negativos acerca de su futuro que no son reales.
Es importante diferenciar dos términos referidos a la ansiedad, los cuales son: ansiedad estado y ansiedad rasgo.
La ansiedad estado: es una manifestación de síntomas que se presentan como consecuencia de una posible situación por la que pasa un sujeto.
La ansiedad rasgo: es una característica que pueden tener algunos individuos a tender a percibir situaciones nuevas o desconocidas como amenazantes.
Estos dos conceptos indican que una persona con ansiedad rasgo, tendrá mayor probabilidad de desarrollar un trastorno de ansiedad generalizada ante la pérdida de su estabilidad laboral.
Entonces los niveles de ansiedad deben estar equilibrados, lo que contribuye a afrontar las eventualidades que se presentan como la inestabilidad laboral. Mientras que los altos niveles de ansiedad pueden llevar a una enfermedad mental, causando un deterioro físico y psicológico.
Consejos para enfrentar la situación de desempleo