
Dormir es una actividad fundamental para que el organismo pueda funcionar correctamente, no hacerlo causa desánimo, falta de concentración y afecta a las actividades laborales y sociales.
Es frecuente tener problemas para dormir. De acuerdo a las investigaciones realizadas por Masalán, en el año 2020 el 15% de la población mundial sufría de insomnio.
Aunque a gran cantidad de personas se les hace difícil dormir, solo un 33% buscan ayuda profesional, por lo que el resto continúa con el padecimiento. En este artículo se hará una revisión acerca del sueño, de los diversos problemas que lo pueden dificultar y de las recomendaciones para evitar el insomnio.
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En el momento de dormir el individuo realiza una desconexión parcial del medio interno y externo, la cual se produce en varias fases.
Existen 2 etapas principales del sueño, estas son NREM y REM. La primera se refiere al sueño lento. En esta, se disminuyen las funciones cardíacas, musculares y cerebrales. Dura entre 15 y 30 minutos. En esta fase es donde suele aparecer el sonambulismo.
La etapa REM es la más profunda. En esta, la actividad cerebral y la secreción gástrica aumentan, los ojos se mueven, sin embargo el estado de relajación permanece. Es en esta etapa en la que aparecen los sueños vívidos
Estos dos ciclos se producen de forma cíclica durante todo el tiempo que un individuo duerme.
Los problemas para dormir se producen con frecuencia debido a la situación laboral, dificultades económicas, violencia familiar, problemas personales, entre otros. También se encuentran vinculados al consumo de tabaco, alcohol, cafeína y ciertos medicamentos.
Algunas carreras u oficios pueden provocar alteraciones del sueño. Empleos en los que se deba trabajar durante las horas de la noche, en los que se debe permanecer despierto por largos períodos (como los enfermeros, médicos, policías, entre otros) o en los que se deba interrumpir las horas de sueño para trabajar.
En un estudio realizado en 2018, se pudo observar que la gran mayoría de las personas con insomnio eran mujeres, viudos, divorciados, jubilados, desempleados, personas con sobrepeso u obesidad y personas con dolor crónico.
Existen algunos trastornos que pueden provocar alteraciones del sueño, como el de ansiedad, estrés post-traumático, trastornos del estado del ánimo, entre otros.
En el trastorno de estrés post-traumático se nota una merma del sueño, el individuo tiende a despertarse repetidas veces, tiene pesadillas y hacen movimientos del cuerpo. La fase REM del sueño es la que se ve más alterada.
En los pacientes con ansiedad generalizada existe una dificultad para conciliar el sueño, ya que es el momento en que se piensa en los problemas cotidianos.
Sujetos con ataques de pánico exhiben insomnio al inicio del sueño. Estos pueden tener 2 vertientes, el trastorno y los medicamentos que se le recetan, los cuales son antidepresivos o inhibidores de recaptación de serotonina que causan insomnio.
Para evitar los problemas al dormir, lo principal es tener un diagnóstico de las causas del mismo, por lo que es necesario una evaluación psicológica.
Además se pueden seguir los siguientes consejos:
Y sobre todo, si estos pequeños consejos de higiene del sueño no son suficientes, no dudes en ponerte en manos de psicólogos especializados para ayudarte con el insomnio.
Bibliografía